El martorellenc Carlos Hernández ha superat la malaltia i ha explicat la seva experiència després de passar un mes ingressat entre els 2 hospitals i l’hotel de Martorell per la covid-19
Eternamente agradecido. El día 31 de marzo ingresé en urgencias del Hospital Sant Joan de Martorell por insuficiencia respiratoria agua. Ya llevaba unos cuantos días en casa con fiebre y diarrea. En concreto empecé a tener síntomas doce días antes del ingreso hospitalario. Nos decían que nos quedáramos en casa y que tomáramos Paracetamol para la fiebre.
Nos daba miedo ir al hospital o al CAP por todas las noticias que nos llegaban. La verdad es que tardé en acudir al ambulatorio y cuando lo hice, una ambulancia me trasladó inmediatamente al hospital. Mi esposa me acompañó en todo momento hasta la puerta del centro sanitario donde nos despedimos sin saber muy bien que pasaría.
Estuve algo más de 24 horas en los pasillos de urgencias del hospital hasta que no me subieron a la habitación. Durante ese tiempo pude observar la cantidad de pacientes que esperaban igual que yo a subir a planta. La situación era dantesca, personas tosiendo de forma horrible, gente pidiendo ayuda a las enfermeras que no daban abasto y, sin embargo, parecía haber entre los pacientes un silencio angustioso.
Todos, de alguna manera, no sabíamos que sería de nosotros. ¿volveré a ver a mis hijas y a mi mujer? ¿dónde estaré la próxima semana? ¿qué será de mí? Preguntas sin respuesta, sólo queda la esperanza y la confianza en el personal sanitario que cuida de cada uno de nosotros.
Recuerdo mientras me encontraba en urgencias, a una enfermera que me animaba a comer el catering que nos habían repartido, me decía que debía comer algo, que era necesario que hiciera un esfuerzo, llevaba bastantes días sin comer nada sólido y era como una misión imposible llevarme algo a la boca. No podía ver su rostro, pero intuí una sonrisa de alegría cuando me vio comer un poquito. No olvidaré jamás ese gesto, me enseñó a luchar y a seguir hacia delante. Ojalá pudiera conocerte y agradecerte con un fuerte abrazo de cariño y emoción todo lo que hiciste por mi ese día.
A todas y a todos, médicos, enfermeras, auxiliares, ambulancias, personal de limpieza, hospital de Martorell, Sagrat Cor, Hotel Ciutat Martorell, etc. ETERNAMENTE AGRADECIDO, me habéis salvado la vida.
Y el mejor momento de toda esta historia fue el día que por fin regresé a casa. Me encontraba en el hotel de Martorell finalizando la cuarentena cuando el día 1 de mayo me dieron el alta. Al estar cerca de casa, mi esposa vino a buscarme y fuimos caminando. Era una sensación fantástica poder pisar la calle, notar la brisa, volver a casa… pero lo bueno estaba por llegar.
Al enfilar la calle Pep Ventura donde resido, se oyó por megafonía a Pepito (que ha estado animando a todo el vecindario cada día a las 20:00 horas) anunciando mi llegada y con la música de Queen “We Are The Champions” de fondo. En unos instantes vi todos los balcones de ambos lados de la calle llenos de gente aplaudiéndome y saludándome con cariño y afecto. Fue increíble la cantidad de gente que había, imposible contener las lágrimas de emoción. Nunca olvidaré ese día.
Muchísimas gracias, no tengo más que palabras de agradecimiento, gracias Sara, Emma y Berta, entre todas y todos me habéis dado una segunda oportunidad de disfrutar de vuestro amor y cariño.
Carlos Hernández Márquez, 58 anys. Martorell.
Ingressat el 31 de març i donat d’alta l’1 de maig de 2020.
Moment molt emotiu de la rebuda del Carlos a casa el dia que va rebre l’alta, amb la música i els aplaudiments dels veïns.